A la mañana siguiente, Raquel vuelve a su
rutina con sus amigas. Mayte, la profesora de inglés les dice que los
afortunados de cada clase se irán el uno de noviembre, los exámenes se harán el
quince de octubre y las listas saldrán el veintitrés de octubre.
-Entonces, ¿tenemos medio
mes para preparar el examen?- pregunta Reyes asombrada.
-Sí,- responde Mayte- y
en un mes tendré a siete alumnos menos a los que torturar –añade provocando las
risas de su clase.
-¡Qué chulada!- exclama
Raquel, aunque algo dentro de ella se revuelve al pensar en el poco tiempo que tiene de preparación. Se siente dividida, puesto que no sabe si es mejor que la fecha llegue antes o que le den más tiempo para que se prepare, tanto académicamente como personalmente. Toda su vida cambiaría temporalmente y no volvería a ver a sus amigas en mucho, demasiado tiempo.
-Pero quiero que sepáis que las cosas continuarán igual.
-Bueno, yo no quiero irme
un año, pero mis padres me dejan que
vaya dos semanas a visitar a mis amigas- dice Lucía.
-Pero estarás muy pocos
días en cada sitio- dice Pauli.
-¡No!,- exclama Lucía
–dos semanas a cada país.
-¡Genial!,- grita Raquel
abrazando a su mejor amiga.
***
En el recreo las chicas van al Hogar, que consiste en una serie de
habitaciones con material para las excursiones y campamentos de la Asociación del Círculo de
Aire Libre. Allí, pasan el rato hablando y decidiendo cosas para el futuro, pero como siempre, el recreo acaba muy pronto y deben volver a clase.
Después de clase,
mientras come, Raquel comenta con su familia los días y las fechas que le han
dado en el colegio.
-Raquel, no se si te has
dado cuenta de que no vas a ir- le dice su hermano Raúl para molestarla.
-Perdón, pero yo no soy
una fracasada como tú.
-¡Basta!- grita su padre
–tú no te metas con tu hermana- y dirigiéndose a Raquel –y tú ya te he dicho
que ya hablaremos.
***
Después de comer, Raquel
se dirige a su cuarto para hacer los deberes y estudiar.
A la hora y media, se lo
sabe todo, así que cierra el libro y enciende el ordenador. De repente suena el
teléfono, Raquel supone que es para ella y lo coge, tiene razón.
-¿Si, quién es?- pregunta Raquel.
-Lucilia- contesta una
voz al otro lado.
-Hola Lucía, ¿qué tal?-
pregunta Raquel.
-Muy bien, solo un poco
cansada.
Y así se tiran media hora
las dos chicas, hablando de sus cosas y cotilleos. Con Lucía siempre es la misma historia, risas, tonterías y gran amistad. Cuando cuelgan, Raquel
decide irse a la ducha y después se pone a leer. El libro que está leyendo no le llama la atención a Raquel, así que enciende la tele y se pone a ver Los Protegidos.
***
Esa noche, durante la cena, no hay discusiones ni problemas, el hambre y el
cansancio han hecho mella en todos, así que después de recoger la cena, cada
uno sube a su cuarto y se echan a dormir.
pero si sale el hogar y todo! xD
ResponderEliminarme gusta *__*
siiii =) grachee !!
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